Hoy hace quince años que la vida me volvió a sonreír, había nacido mi pitufo, ese al que actualmente me cuesta reconocer en su voz de barítono y su cuerpo desplegándose verticalmente.
Al principio no me creía la suerte que había tenido, no lloraba, no enredaba, dormía y comía bien... estaba aprendiendo, sobre los diez meses ya comenzó a vivir la vida loca, no ha habido niño más trasto, más parecido a un mono siempre trepando, siempre corriendo, siempre hablando.
Hoy, con quince años sigue charlatán, ya no trepa por ahí gracias a Dios, corre bastante menos, como todos a esa edad, con un carácter complicado, fase de transición que apunta buenas maneras, sobre todo porque el tío, aparte de guapo y divertido (por algo sale al padre), soñador, amante de la lectura y fantasioso, tiene un corazón que no le cabe en el pecho.
Bueno, como padre orgulloso:
FELICIDADES
El título va en plural porque hoy también es el aniversario del día en que Conchi se marchó, cuatro años más, pero estoy seguro de que si me ve cambiar la alegría del nacimiento de su mono por la tristeza de su marcha, con su delicadeza habitual me daría una colleja.
ResponderEliminarNo te olvido, estás cada día conmigo pero hay que ir dejando paso a la vida.
Abril trae días contradictorios, difíciles, como la misma primavera. Pero si nos quedamos con lo que brota y nace, siempre da un saldo positivo. Tremendo y guapísimo (efectivamente como el padre). Besazos gigantes con la esperanza de hacerlo en directo. Os queremos eternamente y siempre.
ResponderEliminarTu nos quieres mucho, igual que nosotros a ti, hermanica.
EliminarEfectivamente, se parece al padre XD
ResponderEliminarFelicidades de mi parte ... al hijo y al padre
Gracias Juana, qué alegría verte por aquí... la eterna sonrisa
EliminarComo está el mozo, felicidadesssss a Álvaro y a toda la familia...esperamos poder daros besos y abrazos en directo...
ResponderEliminarA ver si es verdad Capi
ResponderEliminar