martes, 15 de abril de 2014

Aniversarios

Hoy hace quince años que la vida me volvió a sonreír, había nacido mi pitufo, ese al que actualmente me cuesta reconocer en su voz de barítono y su cuerpo desplegándose verticalmente.

Al principio no me creía la suerte que había tenido, no lloraba, no enredaba, dormía y comía bien... estaba aprendiendo, sobre los diez meses ya comenzó a vivir la vida loca, no ha habido niño más trasto, más parecido a un mono siempre trepando, siempre corriendo, siempre hablando.



Hoy, con quince años sigue charlatán, ya no trepa por ahí gracias a Dios, corre bastante menos, como todos a esa edad, con un carácter complicado, fase de transición que apunta buenas maneras, sobre todo porque el tío, aparte de guapo y divertido (por algo sale al padre), soñador, amante de la lectura y fantasioso, tiene un corazón que no le cabe en el pecho.

Bueno, como padre orgulloso:

FELICIDADES